Nuestro querido compañero Miguel Angel Solari, falleció el 11-11-2019. A modo de recordatorio y agradecimiento a su persona, queremos escribir estas líneas y contar un poco quien fue Miguelito como lo llamábamos, o “el tanta” así conocido en el barrio Mercedita, donde vivía con su familia y cuyos vecinos aún están consternados, como nosotros, por su pronta partida.
Nació en Corrientes (Capital), un 26 de diciembre de 1959. Estaba casado con Elsa Isabel SENA; fruto de su matrimonio nacieron sus 5 hijos: Miguel Maximiliano, Marianela Analía, María Celeste, Lucas Mariano y Angeles Aimará.
Ingresó en la planta permanente del CONICET el 1 de diciembre de 1983, en la categoría Artesano Auxiliar, pero un par de años antes estuvo como “personal subsidiado”, esa era la denominación que tenían los que estaban por un contrato de trabajo en aquel entonces. En el año 1999 fue promovido a Artesano Principal. Hace unos años y por una iniciativa del gremio de ATE y UPCN, todos los técnicos de la categoría Artesanos, pasaron a revistar como Técnico, siendo su actual ubicación: Técnico Asistente.
Se desempeñó básicamente en el Sector Campaña, Seguridad y Maestranza del CECOAL, desarrollando una amplia y fructífera labor en torno a las tareas de campo, asistiendo al personal de investigación en los elementos necesarios para cumplir con su tarea, desde la recopilación de materiales, elementos y equipos de campo hasta la toma de muestras primaria “in situ”, tanto en ambientes lóticos, leníticos o terrestres. Además, siempre prestó colaboración en el sector mantenimiento del CECOAL. Pero lo más importante: siempre estuvo dispuesto a colaborar, a dar una mano, a quien le solicitara una ayuda, del tipo que fuere.
Se nos fue físicamente, pero perdurará en nuestro mejor recuerdo, en nuestra memoria, por su don de buena gente y de buen compañero. Hombre de pocas palabras, quizás introvertido, pero de gran corazón, amable y fraterno, siempre respetuoso, tendiendo la mano al que lo necesitaba. Con sus casi 40 años de actividad ininterrumpida, se fue con él, sin dudas, una parte de la historia de nuestro querido CECOAL.
Hasta siempre Miguelito…
Silvano Sánchez y personal de CECOAL
